Mi ventana me protege al tiempo
que me da luz, en el sillón me acurruco
inundado por los rayos del sol que traspasa los
cristales, me quiero concentrar en la lectura del libro que el aburrimiento me
ha hecho coger sin reparar en título, autor, temática, solo quiero pasar la fía
mañana al calor y la luz del sol, abro al azar el libro y leo….. Artículo 14: Todos
las personas son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación
alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra
condición o circunstancia personal o social…
. Articulo 24,1. Todas las personas
tienen derecho a obtener la tutela efectiva de los jueces y tribunales en el
ejercicio de sus derechos e intereses legítimos, sin que, en ningún caso, pueda
producirse indefensión…... Artículo 27, 1. Todos tienen el derecho a la
educación. Se reconoce la libertad de enseñanza……. Artículo 35, 1. Todos tienen el deber de trabajar y el derecho al
trabajo, a la libre elección de profesión u oficio, a la promoción a través del
trabajo y a una remuneración suficiente para satisfacer sus necesidades y las de
su familia, sin que en ningún caso pueda hacerse discriminación por razón de
sexo….. Artículo 40,1. Los
poderes públicos promoverán las condiciones favorables para el progreso social
y económico y para una distribución de la renta Regional y personal más equitativa, en el marco de una política de estabilidad económica. De
manera especial realizarán una política orientada al pleno empleo…….
Artículo 43,1. Se reconoce el derecho a la protección de la
salud……. ¿Qué estoy leyendo? ¿Qué mente calenturienta o perversa ha podido
pensar unas reglas tan absurdas, tan retorcidas, tan bellas y deseadas, justas
y equitativas? Este libro es un desatino, me acongoja su lectura, me agobia y
esperanza pensar en la posibilidad de que una sociedad pueda vivir bajo estas
normas. ¿Qué estoy leyendo? ¿Dónde vivo? Miro fuera, tras mi ventana, veo la
mañana pasar y de repente me invade un Déjá Vu, cierro el libro, miro la
portada, LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA, ¡ahora lo entiendo todo!
jueves, 20 de junio de 2013
Desde mi Ventana
Desde mi Ventana veo el mar, acurrucado tras los cristales me embriago del magnifico atardecer, de la puesta de sol que ilumina la bahía los minutos previos a que el faro comience a emitir sus protectores destellos. Mi ventana protege del salitre las flores que desde el alféizar me envuelven en un agradable aroma, me protege de la brisa vespertina que amenaza con convertirse en tormenta anunciada por negras nubes. Me siento protegido, me siento bien pero, con el primer destello del faro vuelvo a la realidad y recuerdo que tras mi ventana la tormenta ya ha estallado, sin truenos, sin relámpagos ni vientos huracanados, sin olas rompiendo a escasos metros de los cristales; la tormenta es más real, más cruda y cruel, la tormenta se ha instalado afuera y amenaza con arrasar hasta los últimos vestigios del bienestar conocido y ahora anhelado sin que los dioses terrenales hagan nada por evitarlo. Mi ventana es solo un espejismo, un muro que me impide ver la realidad, que me excusa de luchar contra la sinrazón que se vive fuera. Desde mi ventana, voy a mirar la vida y reprocharme todo lo que puedo hacer y quizá el miedo me impide hacer
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