sábado, 6 de marzo de 2021

DESDE MI VENTANA Las cosas del comer

Desde mi ventana veo pasar la vida, la mía y ahora la de otros, mi ventana me protege, mi ventana me ayuda a mirar al mundo que tras sus cristales parece hermoso pero que como ya he contado, otras muchas realidades pululan por él y no siempre hermosas y felices.

En tiempo de invierno mi ventana también  me protege de los elementos climáticos de esta estación, el invierno es aburrido, los días se hacen extremadamente largos y la inapetencia lectora me hace buscar otras formas de ocupar momentos de esos días.

Estos días me ha dado por retomar el contacto con amigos y conocidos y aparte de los saludos y comentarios de cortesía les invito a contarme cosas de su vida, historias que yo nunca podre vivir, o sí ¿Quién sabe?

Mi amigo José me contó cómo su hijo había trabajado para una empresa internacional, quince años dando lo mejor de sí, sintiéndose parte de su empresa y desempeñando activamente allí donde su compañía le enviaba. Joven muy querido por sus compañeros y jefes, felizmente casado, una esposa de gran corazón y dos hijos con los que conformaba una familia feliz y prospera. Cómo un día aciago quiso que el hijo de José sufriera un accidente mientras viajaba de regreso a casa en su coche porque el de empresa estaba averiado y no quiso faltar a la importante cita de trabajo, tampoco es que fuera la primera vez. El accidente le dejó graves secuelas y la carga de una pesada mochila en forma de silla de ruedas tras cuatro meses de hospital. Cuando quiso volver a su trabajo, el jefe que tanto lo apreciaba le presentó una carta de despido por motivos disciplinarios, motivo, usar su coche propio para los traslados de empresa teniendo asignado uno de la empresa. Tras más de un año de lucha judicial, el hijo de mi amigo se encontró con una sentencia favorable a su antigua empresa y teniendo además que pagar una indemnización a la misma por el importe del sueldo de quien le había sustituido durante sus cuatro meses de baja.

Inés me cuenta que estuvo veinte años como empleada de hogar en casa de una familia "Muy Buena", había cuidado a los padres y al tío de su jefa además de encargarse de la limpieza y la comida de la casa y por supuesto de acudir al hospital cada vez que ingresaba una de las personas mayores de la casa, sin que ello le ahorrara ni una sola de las demás tareas diarias, ocho a diez horas de jornada diarias y con un salario de 700,00 €. Inés sufrió un problema cardiaco que le obligó a operarse a corazón abierto. Cuando acude a arreglar la documentación de la incapacidad temporal, se entera de que su jefa, esa señora de muy buena familia la había tenido dada de alta solo a media jornada y su prestación. 150,00€.

René fue agredido en una estación de metro cuando volvía del trabajo, tenía 50 años y la paliza que le propinaron le rompió tres vertebras de las que fue operado, ahora anda con muletas y ya no puede realizar su trabajo, ha solicitado la incapacidad permanente para todo tipo de trabajo, la administración le ha concedido la incapacidad únicamente para su trabajo habitual, Administrador contable , y con 28 años cotizados le dan una pensión mísera para seguir subsistiendo, eso sí, me dice René con su sorna de siempre, por lo menos me dejan trabajar en otros trabajos, mañana voy a pasarme por la obra de enfrente haber si me dan un  puesto de peón.

Le cuento estas historias a mi ventana, ella escucha solemne y estática, no me dice nada, sé que no le gustan, preferiría que yo no las hubiera conocido pero no puede evitarlo, no tiene control sobre el teléfono.

Le insisto a mi ventana que hablemos sobre ellos, me dice que solo son casos concretos que no tiene por qué ser lo general, pero, ¿acaso se trata de que lo general sean lo casos? me  parece que lo general aquí es la facilidad con que se perjudica a personas que para nada han buscado ni querido lo que les ha pasado, pero aún así, las personas, empresas y administraciones juegan con su debilidad sin importarles el daño que generan. Malo cuando alguien puede jugar con las cosas de comer, las cosas de otros.

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